“La verdad es poderosa... Cuando oímos la verdad, aunque no podamos comprenderla, la sentimos resonar en nuestro interior. Posiblemente la verdad no se aprende, sino que se recuerda..., se rememora..., se reconoce... como aquello que ya llevamos dentro”
De Dan Brown ya leí “El código da Vinci” (al principio me enganchó pero a mitad del libro me empecé a aburrir como una ostra) y “Ángeles y demonios” (me encantó, es rápido, entretenido y por ponerle alguna pega, el final me pareció demasiado “americano”).
Con “El símbolo perdido” he disfrutado mucho, tiene una buena historia, original y diferente, aunque como es natural en Dan Brown basada en la religión y el misterio.
Consiguió engancharme desde el principio, es un libro fácil de leer, aunque no rápido porque creo que hay que dedicarle algún tiempo a su lectura, hacerlo tranquilamente para asimilar toda la información que nos da.
Una de las críticas más comunes a este autor es que falsea o inventa información. Yo leo sus novelas por puro divertimento no buscando textos históricos fieles a la realidad y a la verdad. Hay que tener claro que tipo de escritor es, alguien que se toma bastantes licencias literarias para evitar que la verdad arruine una buena historia. Pues nada, yo lo acepto y lo paso de maravilla.
“La oscuridad se alimenta de la apatía... y nuestro antídoto más potente es la convicción”.
El final de esta novela me gustó mucho porque lo veo más creíble que los anteriores, la “Palabra Perdida” resulta ser algo conocido por todos los cristianos y que además está en nuestras casas. Algo que nos revela toda la sabiduría de los antiguos misterios y que tiene la clave para iluminarnos el camino. “Dios eres tú” , “El reino de Dios está en tu interior”.
“Abran sus mentes... Todos tememos lo que no comprendemos”
