domingo, 28 de octubre de 2012

"No te escondo nada" de Sylvia Day









Serie Crossfire, número 1


 
Una historia entretenida y adictiva, que te engancha desde sus primeras páginas y no puedes dejar de leer hasta acabarla.

Eva Tramell, de 24 años, acaba de mudarse a Nueva York. Después de terminar sus estudios en la Universidad Estatal de San Diego empieza a trabajar como ayudante de Mark Garrity en Waters Field & Leaman, una de la agencias publicitarias más importantes de Estados Unidos.

Vive en un lujoso apartamento junto a su buen amigo Cary Taylor. Se conocieron hace años en una clínica de rehabilitación y se han vuelto inseparables. Se cuidan, se apoyan y se vigilan para no recaer en viejos problemas.

En el trabajo conoce a Gideon Cross, alías Don Oscuro y Peligroso, de 28 años y dueño de las Empresas Cross. La atracción entre ambos es instantánea, primero se reduce a una insaciable atracción sexual pero, poco a poco, va evolucionando a algo mucho más profundo.

Los dos son muy diferentes, aunque tienen en común que viven atormentados por una infancia traumática que los ha convertido en personas llenas de miedos y secretos. Eva es inteligente, divertida, activa, deportista, valiente, sincera, y no termina de creerse que su relación con Gideon vaya en serio. Gideon es enigmático, atractivo, controlador, con un mundo interior oscuro que intuimos pero no llegamos a conocer. Juntos intentarán superar todos los obstáculos y sus heridas emocionales aprendiendo a confiar el uno en el otro y siendo sinceros.

Los personajes secundarios son muy interesantes y seguro que darán mucho juego en los siguientes libros:

Victor Reyes es el padre de Eva y es policía en California. No tiene mucho protagonismo en esta entrega.

Monica Tramell es la madre de Eva. Lleva tres matrimonios a sus espaldas, siempre subiendo en la escala social y cuenta bancaria de sus maridos, tiene una adoración casi enfermiza por su hija.

Richard Stanton es el tercer marido de Mónica, un multimillonario que le consiente todos sus caprichos y al que no le importa pagar todos los gastos de su hijastra Eva.

Cary Taylor es el mejor amigo de Eva. Un atractivo aspirante a modelo-actor-lo-que-se-tercie, bixesual, marcado por una triste infancia entre familias de acogida que intenta superar junto a su amiga.


En este libro nos encontraremos con una relación complicada y muy explosiva que deja abiertas muchas incógnitas. Imposible no leer el segundo de la serie.






"El libro de los veranos" de Emylia Hall



¿Cómo habría sido si las cosas hubieran transcurrido de forma diferente?







El prólogo y el principio de este libro me dejó en un estado catatónico de melancolía. Me ha sorprendido su lenguaje evocador y sugerente, la forma tan descriptiva y poética que la autora tiene de escribir y su capacidad para convertir recuerdos sencillos y cotidianos en algo mágico.

Se inicia con una cita de W.B. Yeats que marca el tono emocional de lo que nos encontraremos: “Cuando ya seas vieja y canosa, y con sueño des cabezadas junto al fuego, coge este libro y léelo soñando con la mirada suave que tuvieron tus ojos, y con sus hondas sombras”

Elizabeth Lowe, o Erzsébet, es una joven inglesa de 30 años, vive en Londres y trabaja en una galería de arte.

Está esperando la visita de su padre, David, un hombre tímido y triste, con el que tiene una tensa relación. David le trae una sorpresa: un paquete enviado desde Hungría. Después de una gran pelea con su padre, se debate entre la curiosidad por abrirlo y el rechazo a saber lo que contiene.

Al fin se rinde a la intriga y lo abre. Su contenido es una carta y un álbum. En la carta, Zoltán Károly, le comunica que su madre, Marika, ha muerto. El álbum, llamado “El libro de los veranos”, es el legado de Marika y sólo contiene fotografías. Las fotografías se tomaron a escondidas (“parecen secretos susurrados”) durante los siete veranos, de 1991 a 1997, que pasaron juntas en Villa Serena, junto al lago Barateon. Estas imágenes llenas de complicidad y felicidad traerán a su memoria una serie de recuerdos que le permitirán recuperar unos años de su infancia que decidió olvidar.

Erzsi nos irá narrando la historia de su vida que fue más o menos apacible hasta que a los 16 años descubrirá un doloroso secreto que la hará romper cualquier contacto con Marika y con todo aquello que le recordara a Hungría.



La novela es un análisis detallado de la infancia, las relaciones familiares, los recuerdos, el primer amor, los días de verano infantiles, el paso de la niñez a la adolescencia, la rebeldía, los descubrimientos sobre la vida de los adultos que nos rodean... que poco a poco nos sumerge en un estado de melancolía, de nostalgia y de pérdida.

Desde el principio el libro me encantó pero llegó un momento en que se empezó a hacer bastante repetitivo. Vamos conociendo su vida año a año, un verano tras otro, anécdotas y situaciones que se parecen bastante entre sí, que para mí fueron un bache en su lectura. Por suerte, las descripciones detalladas, al mínimo detalle, de sus vacaciones infantiles son compensadas con párrafos sobre su vida actual y todo está rodeado de una intriga, que se mantiene hasta el final, sobre cuál es la herida que no puede cerrar y la gran ofensa que no puede perdonar.

Se nota la adoración que la autora siente por Hungría, de la que se da una visión romántica y mágica , pero de igual forma se puede idealizar cualquier sitio en el que hayamos pasado los veranos de nuestra infancia.

En una entrevista que leí Emylia Hall dice: “Es la tragedia de la vida, que nunca podamos volver a vivir lo que estamos viviendo, es necesario reconciliarse con los propios recuerdos para darle sentido a tu vida, saber de dónde vienes y qué eres”.

Para mí ha sido una lectura muy agradable que te hace emocionarte, pensar, indignarte con algunos comportamientos, soltar alguna lágrima y acabar con una sonrisa de esperanza. Aunque a veces es algo aburrido por repetitivo y porque en realidad no pasan grandes cosas, simplemente páginas y páginas con detalles sobre la cotidiana.



Contiene espoilers

No he llegado a conectar con la protagonista. Puedo entender su comportamiento a los 16 años, cuando le cuentan el gran secreto tiene una reacción comprensible pero después cuando, se supone, madura no logro comprender cómo no es capaz de reconocer y valorar el amor desinteresado, sincero y firme que recibió de Marika durante 16 años.

El misterio no era para tanto, especialmente cuando fue una niña amada, protegida y mimada. No me extraña que Erzsi se convirtiera en una adulta tan triste ya que por su orgullo perdió la oportunidad de aceptar un amor maternal que le entregaban sin exigirle absolutamente nada.







lunes, 22 de octubre de 2012

Ladrón de guante blanco







“Ladrón de guante blanco” o “White collar” es la última serie que me tiene enganchada. Es algo previsible pero muy entretenida.

Peter Burke (Tim DeKay) es un agente del FBI especializado en delitos de guante blanco (estafas, falsificaciones, robos, fraudes...). Una de sus hazañas fue capturar a Neal Caffrey (Matt Bomer), un escurridizo ladrón, estafador, falsificador... que llevaba varios años burlando la justicia.

Caffrey fue condenado a prisión pero cuando Kate Moreau (Alexandra Daddario), su novia, le abandona con un extraño mensaje no duda en escaparse de la cárcel de máxima seguridad en la que está para buscarla y aclarar las cosas.

El agente Burke vuelve a encargarse de su búsqueda y captura. Al volver a la cárcel, Caffrey le ofrece un trato: ayudará a resolver los casos de su división a cambio de su libertad vigilada. Comenzarán una colaboración poco común pero satisfactoria para ambas partes. Uno contará con el asesoramiento y los amplios conocimientos de un experto en la materia y el otro tendrá libertad de movimiento para buscar a Kate.

Otros protagonistas fijos son la mujer del agente Burke, Elizabeth (Tiffany Thiessen) que se convierte en una defensora de la buena voluntad de Caffrey, y Mozzie (Willie Garson) su mejor amigo, un excéntrico timador obsesionado con pasar desapercibido.

Los episodios son autoconclusivos aunque también hay una trama que abarca toda la temporada y que nos deja con muchas dudas para la segunda.

Para mí, la serie es pura diversión. La relación entre los protagonistas es muy divertida, hay muchas situaciones llenas de comicidad, explotando al máximo la desconfianza que hay entre ellos y la necesidad de ser sinceros, Mozzie es un personaje genial, el mundo que nos retrata es muy glamouroso, las imágenes de Nueva York son maravillosas...

Todos los capítulos destilan buen rollo y te acaban sacando la sonrisa.

Además de todo lo anterior, uno de sus puntos fuertes es el increíble atractivo del protagonista: Matt Bomer. Un actor elegante, con ojos magnéticos, sonrisa pícara y con un punto cómico muy divertido. Según parece está siendo considerado para encarnar a Christian Grey en la película basada en la novela “Cincuenta sombras de Grey”. No he leído el libro así que no puedo opinar sobre si lo veo en ese papel o no, aunque buena pinta tiene.





En el capítulo 6 suena esta canción de Shane Alexander titulada "Feels like the end".







miércoles, 17 de octubre de 2012

"Signatura 400" de Sophie Divry



"Libro y lector, los dos juntos en el momento adecuado de la vida de cada uno, eso puede producir chispas, una llamarada, una hoguera, puede cambiar una vida"







Me ha encantado escuchar a esta bibliotecaria. No tenía ni idea de lo que iba el libro así que ha sido una agradable sorpresa. Mientras que la protagonista iba sacando toda la soledad que lleva dentro yo cada vez estaba más cautivada con su discurso, especialmente en todo lo referido a los libros y la lectura.


Nunca pongo la sinopsis oficial de los libros pero el de éste me ha gustado mucho.


"Ni siquiera tiene nombre. Y es que nadie habla con ella, como no sea para pedir libros en préstamo. Su consuelo: las buenas lecturas (siempre de autores muertos) y estar rodeada de seres incluso más tristes que ella.

Se pasa los días ordenando, clasificando, poniendo signaturas. No pensaba ser bibliotecaria, pero abandonó las oposiciones por un hombre. Ahora el amor le parece una pérdida de tiempo, un trastorno infantil. Claro que el deseo es muy traicionero, y ella guarda unos pendientes en el cajón.

Preferiría la sección de historia a la de geografía, allí en el sótano de una biblioteca de provincias, donde lleva la mitad de la vida, donde ya empieza a ser vieja, pero el anonimato al menos le concede pequeñas venganzas. De las que quizás solo ella se percata. Porque, además, en el orden de la biblioteca se cifran las jerarquías de la vida: la de los ricos y los pobres, los privilegiados y los subalternos, los que tienen un amor y los que no.

Pero cuando no hay nadie, cuando la biblioteca está cerrada, incluso puede -y sabe- darle voz a su neurosis, a sus angustias, al vértigo del saber libresco. Y entonces descubrimos que los neuróticos pueden ser buenos narradores, cosa no tan evidente. Cosa que tal vez logran, sobre todo, los buenos fingidores, los escritores que dan vida a los buenos personajes.

Sólo le queda, pues, la literatura. Para elevarse, dice ella. Los libros, los buenos libros. Y quizá, también, los buenos lectores, que van a la biblioteca en busca de algo más que calefacción o aire acondicionado, y que dan vida a las grandes historias, como el breve monólogo de esta mujer insignificante, que relata su desencanto con acritud y humor. ¿O es un diálogo? ¿O acaso la pregunta tiene sentido?"


Mi resumen va a ser muchísimo menos interesante que éste, pero aquí va.

La protagonista de “Signatura 400” es una bibliotecaria francesa, desconocemos su nombre y su edad, encargada de la sección de geografía. Su vocación era ser profesora pero lo dejó todo por amor y se trasladó a una pequeña ciudad de provincias, en la que sigue viviendo aunque Arthur, su marido, la abandonó hace tiempo.

Un mañana al entrar al trabajo descubre que uno de los usuarios habituales se quedó encerrado y ha pasado allí la noche. Empieza a hablar con él, primero sobre asuntos profesionales y después sobre temas mucho más personales.

En este largo monólogo, escrito con un lenguaje sencillo y coloquial, iremos conociendo sus opiniones sobre asuntos muy variados: la Clasificación Decimal Universal o CDU, la historia de Francia y de las bibliotecas francesas, la cultura y la política, la función de las bibliotecas, la literatura de moda y best-sellers, los usuarios de las bibliotecas y cómo se transforman según las estaciones del año, su amor secreto, su vida rutinaria...


La protagonista es una mujer madura, perfeccionista, cascarrabias, maniática, enferma de soledad, llena de contradicciones, a veces cargante y otras tierna e irónica. Me ha gustado ver cómo, poco a poco, se iba abriendo y contándonos su vida, aunque al pobre hombre seguro que no le interesaba nada escuchar ésto recién levantado, muchas de sus opiniones y críticas pueden ser compartidas, otras no tanto. 

Lo mejor que tiene este libro son las frases sobre libros y lectura, sobre los vínculos que unen al lector con un libro determinado, frases que merece la pena guardar y recordar.


En definitiva, es un libro corto pero profundo, muy entretenido y tierno que seguramente volveré a releer con el tiempo.


"I know you know" de The Arka Teks



Esta canción suena en el capítulo 11 de la temporada 2 (S02x11) de la serie "Rookie blue".

Muy buena para ponerse las pilas.








martes, 16 de octubre de 2012

"Deseo concedido" de Megan Maxwell







Este libro  no ha llegado a interesarme, abandonado en el capítulo 7.

martes, 2 de octubre de 2012

"El noveno círculo" de Fernando S. Llobera









Hace tiempo que leí el segundo libro de este autor, "El precio de un secreto", me gustó tanto que no me lo pensé demasiado cundo vi éste en las estanterías.

Al principio la trama me enganchó tanto que de un tacada me leí prácticamente hasta la mitad del libro pero después empezó aburrirme bastante, hasta el punto de llegar a leer el final con desgana y sin demasiado interés.

Sebastiao Silveira es un profesor de antropología en la University College de Londres, además es un reputado colaborador de la Interpol, FBI, policía británica... en la elaboración de perfiles psicosociales y de conducta de asesinos en serie. Cuando un amigo de la infancia, Juan Alacena, es asesinado se traslada a Madrid para su funeral.

El padre de la víctima, le pide que se interese personalmente del caso y que utilice sus contactos con la policía para obtener información. Para cumplir con su promesa llama a Morantes, un antiguo compañero actual agente del CNI, que le habla de una misteriosa nota encontrada junto al cadáver.

Empiezan a producirse una serie de extraños asesinatos y a aparecer más notas por lo que Silveira comienza a colaborar con Morantes, Beatriz Puerto, la atractiva subinspectora encargada del caso, y David, una joven talento informático, para resolver el misterio.

Su asistencia a una tertulia filosófica y literaria, llamada “Los amigos de Cambridge”, le permite descubrir qué tienen en común los textos de las notas y qué libro está sirviendo al asesino de macabro guión para poner en escena los asesinatos y elegir a las víctimas.

Se inicia una lucha contra reloj para descubrir quién es el asesino.

En su regreso a Madrid, Sebastiao también debe poner luchar contra los tristes recuerdos que le traen el suicidio de su madre y la incomunicación con su padre, al que culpó de todo. Vivirá en la casa de su infancia y descubrirá detalles de su historia familiar que desconocía.



Como he dicho antes, me ha gustado mucho el principio. La trama policíaca, el repaso que le hace a “La divina comedia” de Dante, las reuniones y conversaciones de la tertulia, las sombras que debe despejar el protagonista, las malas relaciones entre policías, el paseo por Madrid... todo hace una mezcla interesante y adictiva. Pero hay un punto en el que la trama no avanza, se hace pesada y repetitiva por lo que acabé perdiendo el interés.




"Una casa llena de palabras" de Eleanor Brown



“No hay problema que no se pueda solucionar con un carné de biblioteca”








Esta frase actuó como un anzuelo que no pude evitar picar. No me arrepiento aunque no es una novela que recordaré durante mucho tiempo.


James Andreas es profesor de literatura inglesa en el Barnwell College, Ohio, y está especializado en William Shakespeare. Su amor por la obra del Bardo inmortal llega a tal punto que sus lecturas se limitan a cosas escritas por, de o sobre este autor, para comunicarse o expresar sus opiniones suele utilizar frases copiadas de sus obras y sus tres hijas llevan nombres de las protagonistas de sus libros.

Cuando a su mujer (no recuerdo el nombre) le diagnostican un cáncer, sus tres hijas deciden volver a la casa familiar para ayudar a su madre a recuperarse de la enfermedad. O al menos, ése es el pretexto que utilizan.

Rose, de 33 años, es la hermana mayor. Siempre ha sido la más trabajadora, organizada, poco amiga de los cambios, mandona y con la necesidad, casi enfermiza, de sentirse útil e imprescindible para los demás. Trabaja de profesora asociada en la Universidad de Columbus y tiene una relación estable con Jonathan, también profesor de la universidad. Aunque su relación marcha bien, no pueden ser más distintos: el es aventurero, quiere conocer otras universidades, otros países, colaborar en otras investigaciones; ella siempre ha soñado obtener una plaza de profesora en su ciudad de nacimiento y llevar una vida tranquila sin ningún sobresalto.

Bianca, más conocida como Bean, de 30 años, es la segunda hermana. Es la más atractiva y coqueta, su sueño siempre fue vivir en Nueva York y se dedicó en cuerpo y alma a conseguirlo. Aunque su vida en la Gran Manzana y su trabajo en el departamento de Recursos Humanos de un importante bufete de abogados no serán exactamente lo que esperaba.

Cordelia, o Cordy, de 27 años, es la hermana pequeña. Es la más cariñosa y la niña mimada de la familia. A los veinte años decidió que no quería graduarse y se marchó a recorrer mundo. Lleva siete años vagando por el país, trabajando de camarera o cocinera para ganar algo de dinero, viviendo en casas compartidas u ocupadas, utilizando su cuerpo para conseguir lo que necesitara: comida, alojamiento, transporte, sexo... En la Baja California vivirá una semana de pasión con un pintor algo madurito y muy torturado que tendrá una consecuencia inesperada.

Su vuelta a casa será complicada. A la necesidad de cuidar de su madre se le une la obligación de poner en marcha sus vidas: buscar un trabajo en su ciudad, resolver los problemas que acarrean, aceptar sus fracasos ante la vida que habían elegido, admitir la posibilidad de perder lo que más les importa, buscar nuevos caminos y sueños y hacer todo lo posible por adaptarse a ellos.

La autora nos cuenta los fracasos y esperanzas de esta hermandad con un completo surtido de recuerdos, emociones, deseos, esperanzas y lamentos.

El libro se deja leer, está muy bien contado y algunas partes se devoran a buen ritmo, pero hay cosas que no me han gustado nada, como las referencias al pasado, sus anécdotas de niñas (aburridas) y mostrar la  religión y el acercamiento a la iglesia como medio infalible para reformarse. También me ha sorprendido que aunque las chicas estén leyendo continuamente no se nombre ningún libro o que sean lectores voraces a las que no les importa qué leen. El vicio de su familia son el desorden y la literatura, hay libros en cualquier sitio de la casa (cocina, despensa, baño, comedor, recibidor, muebles del pasillo...) y simplemente cogen el que tienen más a mano lo abren por donde se les figuren y leen. Cuando se cansan los dejan donde les apetece y no vuelven a acordarse de él. Muy organizados. 


 
¿Cómo explicar lo que significan para nuestra familia los libros, la lectura, el regalo de las bibliotecas, las páginas?




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