Sinopsis
Carola Rey Rojo, especialista en secuestros y homicidios infantiles, y madre de la niña desaparecida veintisiete años atrás, ahora en excedencia de la policía española, vuelve a Viena con el encargo amistoso de deshacer la biblioteca de un marchante de arte recientemente fallecido.
Junto con su amigo y colega, el inspector-jefe Wolf Almann, se verá envuelta en una trama que pondrá en evidencia que nadie es lo que parece y que uno nunca acaba de conocer a los demás, ni siquiera a sí mismo.
Lo que parecía un cold case se complica cuando, ahora que todo parecía casi definitivamente superado, otra niña desaparece en el mercadillo de Navidad de la ciudad imperial de Viena, la esplendorosa ciudad de la música y el arte que oculta tras las fachadas de sus bellas casas los más oscuros secretos.
Opinión
Un poco decepcionante ya que no es lo que promete.
La primera parte está muy bien porque toda la historia familiar de Carola se presentaba misteriosa y caótica. Pero a partir de la segunda parte, la novela va decayendo. Tanto que las últimas 15 páginas tardé una semana en leerlas del desinterés que me producía el desenlace.
La investigación policial es bastante sosa y todo se resuelve gracias a la perspicacia de la española, que la policía austríaca no se entera mucho.
Todo lo relacionado con el secuestro, abuso sexual, tortura, asesinatos... de niños es espeluznante. Y el caso verídico del orfanato Wilhelminenberg de Viena, un espanto. No he leído estas partes, prefiero saltarme trozos y no enterarme bien de la trama.
Otra cosa que no me gustó fueron la cantidad de casualidades que hay, se sirve demasiado de estas circunstancias para explicar ciertos giros.
Julio, es un buen personaje. Muchos padres solo ven a sus hijos como quieren verlos, no les interesan como son en realidad.
En resumen, es una novela que se salva por la maestría de su autora pero tiene un ritmo irregular, abusa de las casualidades, reflexiones muy repetitivas y poco creíble.
