“No hay que tirar nunca de la capa de
Superman, ni escupir al viento, ni sacarle la máscara al Llanero
Solitario, ni meterse con Win”
Serie Myron Bolitar, número 07
El miedo más profundo es séptimo
libro de la serie Myron Bolitar, fue escrito en el año 2000 y no
está dedicado a ningún deporte ya que resuelve un asunto muy
personal de nuestro agente deportivo preferido.
El libro tarda algo en arrancar, se
inicia con una petición muy sencilla y con una revelación bomba,
pero una vez se empiezan a desarrollar todas las tramas y subtramas
te mantiene en vilo hasta el final. De todos los libros de la serie,
éste es el que tiene un argumento más espectacular.
Emily Downing, su antigua novia de la
universidad y ex-mujer del hombre que le arruinó la vida, aparece
con una petición desesperada: debe encontrar a un donante de médula
ósea que ha desaparecido. Su hijo Jeremy, de trece años, necesita
ese trasplante o morirá. Ante las reticencias de Myron, no duda en
lanzar una noticia explosiva: Jeremy es su hijo, fruto de su última
noche pasión (un día antes de que ella se casara con Greg Downing,
una estrella del baloncesto).
Bolitar empieza una agónica búsqueda
contrarreloj del único donante compatible, cuya identidad es
confidencial y está protegida por un complejo sistema de seguridad.
Su investigación le llevará a
enfrentarse a una poderosa familia dispuesta a todo por mantener su
privacidad, a las más altas esferas del FBI, a la crueldad de un
asesino en serie, a las familias rotas por los asesinatos de éste y
a un desconfiado periodista, Stan Gibbs, acusado de plagio y caído
en desgracia.
También deberá hacer frente al
aluvión de sentimientos que le provoca saber que a sus 35 años es
padre de un joven de 13 años. Como siempre, sus inseparables amigos
le darán su opinión: Win con su frialdad habitual le dirá “no
eres su padre, eres el donante de esperma”, mientras que Esperanza
le aconseja que hable con el chico y no se esconda. Un gran dilema
moral para él: hacerse cargo o dejarlo pasar para no alterar la
rutina del adolescente.
Hasta ahora, Myron era el chico bueno
al que no le gustaba saltar las líneas de la legalidad o la ética
para conseguir sus objetivos, éso lo dejaba para Win, el chico frío
de gatillo fácil. Pero, cuando su hijo está en peligro no duda en
hacer todo lo necesario para salvarlo, sin escatimar esfuerzos, sin
importar las acciones que deba realizar, los daños colaterales o la
violencia que deba utilizar.
Al final, sus actos le pasarán
factura. El chico honesto, abierto y emotivo, que no duda en “meterse
en unos lodazales del copón” queda algo tocado, deberá
enfrentarse a sus acciones, aceptar lo que hizo, pedir perdón y
buscar un equilibrio en su vida.
En esta novela reaparece un personaje
que surge en el libro anterior: Zorra (Shlomo Avrahaim). Un travesti,
ex agente del Mossad, actual asesino a sueldo freelance, que siempre
lleva tacones de aguja, literalmente, que marca a sus víctimas con
una Z en el pecho.
Como toda la serie de Myron Bolitar, un
libro lleno de intriga y suspense que te mantiene en tensión hasta
el final, todo queda bien atado, sin cabos sueltos ni dudas. Me
encanta la forma que tiene el autor de cerrar tantas vueltas y
revueltas en sus tramas. Sus libros, aunque cuenten cosas espantosas,
siempre cuentan con algo emotivo y toques humorísticos que te dejan
con buenas sensanciones. Además, la manera de resolver la
paternidad de Myron y la actitud de Greg, el padre oficial me ha
gustado mucho: un canto a la paternidad.