Los dos libros que he leído de Anna Gavalda me han enganchado y emocionado. Me encanta el estilo que tiene, así que cuando vi este libro, el último que ha publicado, con este título tan sugerente y evocador, en la estantería me lancé sobre él.
Lo devoré en una tarde y me he llevado una gran decepción.
La historia gira en torno a cuatro hermanos, hijos de padres divorciados: Simon, Lola, Garance y Vincent. Los tres primeros se reúnen en la boda de un familiar y una vez allí, se les despierta la sed de aventuras y travesuras, deciden escaparse para ir a visitar a su hermano pequeño, que trabaja de casero en un bonito castillo.
Pasarán juntos el fin de semana, buscando en su unión y complicidad la fuerza para hacer frente a los sinsabores de su vida diaria.
La novela tiene mucha ironía y sentido del humor, a mí me hizo dar carcajadas varias veces, con unos personajes llenos de contradicciones, miedos e inseguridades pero que no me ha transmitido absolutamente nada. La historia, que podía haber dado para mucho en las manos de esta gran escritora, es bastante superficial, le falta calidez y fuerza.
Tendremos que esperar al próximo para ver si Anna Gavalda está más inspirada.
Lo devoré en una tarde y me he llevado una gran decepción.
La historia gira en torno a cuatro hermanos, hijos de padres divorciados: Simon, Lola, Garance y Vincent. Los tres primeros se reúnen en la boda de un familiar y una vez allí, se les despierta la sed de aventuras y travesuras, deciden escaparse para ir a visitar a su hermano pequeño, que trabaja de casero en un bonito castillo.
Pasarán juntos el fin de semana, buscando en su unión y complicidad la fuerza para hacer frente a los sinsabores de su vida diaria.
La novela tiene mucha ironía y sentido del humor, a mí me hizo dar carcajadas varias veces, con unos personajes llenos de contradicciones, miedos e inseguridades pero que no me ha transmitido absolutamente nada. La historia, que podía haber dado para mucho en las manos de esta gran escritora, es bastante superficial, le falta calidez y fuerza.
Tendremos que esperar al próximo para ver si Anna Gavalda está más inspirada.
"¿Cuándo terminaría la vida por separarnos? Porque así son las cosas. Porque el tiempo separa a los que se quieren, y nada perdura. Lo que estábamos viviendo, y los cuatro nos dábamos cuenta de ello, era una pizquita de felicidad robada. Una tregua, un paréntesis, un instante de gracia. Unas pocas horas sisadas a los demás...
Sabíamos que estábamos viviendo el final de una época y que se acercaba el momento del cambio"
