miércoles, 12 de septiembre de 2012

"Alta tensión" de Harlan Coben



"Tenemos tendencia a creer que las cosas buenas durarán para siempre. Está en nuestra naturaleza... Pero las cosas buenas son escasas. Hay que disfrutarlas porque siempre nos dejan demasiado pronto. Trabajar contigo es una de esas cosas buenas."







Serie Myron Bolitar, número 10

 
Alta tensión es el décimo libro, y supuestamente último, de la serie Myron Bolitar y fue escrito en 2011.

He intentando leerlo con tranquilidad, saboreando una despedida que sabía que iba a ser triste. Decir adiós a esta increíble pandilla repleta de personajes curiosos y memorables y no volver a saber nada de sus hazañas me ha llenado de melancolía.

El autor ha dejado el final muy abierto, se cierra una etapa en sus vidas y trabajos pero empieza otra que ¿conoceremos algún día? Todos los personajes comienzan una época de transición dejándonos con la intriga de saber más sobre el nuevo rumbo que tomarán sus vidas.

La despedida es magnífica ya que Coben vuelve a darle a cada uno de los protagonistas su momento brillante, sacándole partido a la personalidad de cada uno y haciéndonos pasar momentos muy agradables con cada uno de ellos. Incluso recupera otros que ya salieron en aventuras pasadas: Roland Dimonte, Loren Muse, Zorra, Frank y Herman Ache...

Aquí, Harlan Coben es fiel a su estilo ofreciéndonos una trama intensa, ágil, llena de sorpresas, varios hilos argumentales aparentemente inconexos que poco a poco van conectándose para proporcionarnos un final impecable, con cambios de ritmo que te llevan al final con un nudo en el estómago. Aunque en este libro alterna la acción con otros contenidos mucho más intimistas y reflexivos, tocando cuestiones como el remordimiento, la felicidad, las relaciones familiares, la educación de los hijos, las mentiras, el arrepentimiento, la falta de sinceridad en las parejas , los secretos... Una mezcla perfecta que me hizo disfrutar mucho de esta novela.


“Alta tensión” se abre con un corto capítulo que ya te deja pegada al libro y con un nudo en el estómago. El padre de Myron, Al, está muy grave en el hospital y él se está debatiendo entre decirle una verdad muy dolorosa o una mentira piadosa, como hizo 16 años antes. Reflexiones que marcan el tono del libro.

Después, retrocede seis días antes cuando la sensual chica mala del tenis, Suzze T., abreviatura de Trevantino, entra en su despacho embarazada de ocho meses y le pide que encuentre a su marido, Lex Ryder, una estrella del rock que ha desaparecido. El detonante de la desaparición de éste es un mensaje que alguien ha colgado en su página de Facebook, tres palabras que despertarán las dudas sobre su paternidad y sobre las bases de su matrimonio.

Myron, como representante y futuro padrino del niño, se compromete a encontrarlo y llevarlo de vuelta. Pero sus investigaciones se complican cuando durante la búsqueda de Lex encuentra a su cuñada, Kitty Hammer Bolitar, esposa de su hermano pequeño, Brad. Juntos desaparecieron hace 16 años cuando ella, una tenista de éxito, se quedó embarazada.

Bolitar se propone encontrar a su hermano y su familia, aunque no será nada fácil ya que ellos están decididos a esconderse. Poco a poco, deberá averiguar de qué tienen miedo y cuál es la conexión entre todos los sucesos.

La trama principal se mezcla con la historia familiar de los Bolitar que tendrán que enfrentarse a los hechos que desencadenaron en la ruptura de relaciones con Brad.


Otra genialidad de este autor.



Contiene spoilers


Myron Bolitar está viviendo un buen momento, comienza tranquilo y feliz, comprometido con Terese. Ella sigue en Angola, se supone que intentando re-educar a hija, criada por terroristas islamistas, aunque eso no se nombra en ningún momento. Hace tres meses que volvió de Angola, están separados por miles de kilómetros y se comunican por Skype, cuando pueden.

Pero las cosas se le van complicando. Primero con Suzze T. por la que siente una especial predilección y después con la vuelta de Kitty y Mickey, su sobrino de 15 años al que no conoce, la desaparición de Brad, su hermano pequeño y el ataque de corazón de su padre, Al, de 74 años.

Tendrá que hacer un examen de conciencia con respecto a su actuación con Kitty y Brad, en su afán de proteger a su hermano no dudó en presionarlo para que rompieran su relación. Lo que provocó que Brad, un espíritu libre, rompiera el contacto con él.

Al final, como no podía ser de otra manera, se hace cargo de todo y de todos. Incluso, vende su empresa para centrarse en su familia.

Win tiene más protagonismo en esta entrega ofreciéndonos un poco de todo lo que le hace especial: opiniones extremas, bromas sexuales, investigaciones imposibles, violencia sin remordimientos...
 
Nos vuelve a demostrar que una de sus debilidades son sus amigos y que por ellos es capaz de cualquier cosa, especialmente por Myron Bolitar. Sigue igual de atractivo que siempre aunque parece que “las noches de violencia y sexo” le han pasado algo de factura en su aspecto físico, además la edad no perdona y ahora necesita gafas para leer.

Continua con su relación con Mii, la chica con la que más tiempo ha estado y que le aporta algo de paz a su vida. A esta pareja de dos, se le une Yuu, otra guapa asiática.

Es curioso que Myron, con todo su atractivo y honradez, se quede solo mientras que Win, con su particular forma de expresarse y de vivir, se estabilice y cree su familia.

Me quedo con el mensaje de despedida que envía a Bolitar: “Estás en mi corazón pero Mii y Yuu están en mi cama”. Genio y figura hasta el final.

Esperanza se lleva la peor parte en esta última entrega. Su matrimonio con Tom no ha funcionado, se van a divorciar, será un proceso duro ya que los dos quieren la custodia de su hijo, Héctor. Ella decide vender su parte del negocio para centrarse en el complicado litigio que se le viene encima.

Big Cyndi tiene más protagonismo en esta novela. Esta “giganta chiflada” nos regala momentos muy divertidos, con su mezcla de inocencia e impactante presencia física es capaz de sacarnos las sonrisa y hacernos pensar en algunas cuestiones. Ahora que está en paro decide escribir sus memorias. Como dice Myron, la humanidad las espera con impaciencia.

Reaparecen los Hermanos Ache, Frank y Herman, los grandes rivales de la empresa MB Sport. Ellos han sufrido distinta suerte, mientras que Frank, el más macarra y violento, está en una prisión de alta seguridad gracias a la Ley RICO, Herman está en libertad y sigue con sus negocios. Para protegerse ha contratado a un peligroso guardaespaldas, Evan Crisp, al que incluso Win le tiene miedo.

Gabriel Wire, es la mitad del exitoso grupo HorsePower. Un atractivo músico capaz de hacer suspirar a todas las mujeres a un kilómetro a la redonda. Su coqueteo con las drogas y el alcohol y su preferencia por chicas menores de edad, de dieciséis o dicisiete años, le metieron en muchos problemas. Fue acusado de asesinar a Alista Snow pero al final se le exoneró de culpa y a partir de ahí su vida estaba envuelta en un hermético secretismo. Se trasladó a vivir a la exclusiva isla Biddle Island y se volvió un ermitaño.

Ma Gellan es la cartógrafa de las estrellas del rock, hizo mapas topográficos y topológicos de los cuerpos desnudos de las rock-stars. Esta groupie recogió todos los tatuajes, cicatrices, piercing, manchas de nacimiento de los músicos más famosos. Su nombre es un homenaje a Magallanes.

Joel Fishman, Crush o El coleta lleva una doble vida. Por el día es un tranquilo y respetable profesor de francés en un colegio, casado y con un hijo, por la noche se convierte en un camello sin escrúpulos.



Dejo el enlace a una entrevista que me ha gustado leer:

 



“Hay tres cosas que debes recordar. Una, nunca he lastimado a inocentes, sólo a quienes se lo merecen. Dos, lo hice para protegernos. Cuando más miedo les meto a ciertas personas, más seguros estamos. Tres, siempre lo hago por otros motivos distintos que vengarse, como para conseguir información.






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