Un libro entretenido, que te va atrapando poco a poco pero que al final es bastante previsible.
Creo que es de las pocas veces, sino la única, que el resumen de la contraportada del libro destripa toda la acción y da datos fundamentales de la trama que en la narración no se cuentan hasta que está bastante avanzada. Lo de contarnos que existe el “Libro de los nombres” antes de que empecemos a leer me parece una pifia imperdonable de los editores.
El argumento resulta muy original, aunque los personajes son algo tópicos: policía aficionado al alcohol, con métodos de trabajo que rozan la legalidad, mujeriego; sospechoso tímido, maltratado, solitario, con doble personalidad; agentes del gobierno dispuestos a todo por guardar un secreto; monjes y abadesas sin escrúpulos...
La trama principal, que sucede en la actualidad, es rápida, trepidante y llena de giros mientras que la que pasa en la Edad Media es más lenta y nos adentra en la vida de los monasterios.
Una novela fácil de leer, rápida y que te engancha, a pesar de sus fallos.
Creo que es de las pocas veces, sino la única, que el resumen de la contraportada del libro destripa toda la acción y da datos fundamentales de la trama que en la narración no se cuentan hasta que está bastante avanzada. Lo de contarnos que existe el “Libro de los nombres” antes de que empecemos a leer me parece una pifia imperdonable de los editores.
El argumento resulta muy original, aunque los personajes son algo tópicos: policía aficionado al alcohol, con métodos de trabajo que rozan la legalidad, mujeriego; sospechoso tímido, maltratado, solitario, con doble personalidad; agentes del gobierno dispuestos a todo por guardar un secreto; monjes y abadesas sin escrúpulos...
La trama principal, que sucede en la actualidad, es rápida, trepidante y llena de giros mientras que la que pasa en la Edad Media es más lenta y nos adentra en la vida de los monasterios.
Una novela fácil de leer, rápida y que te engancha, a pesar de sus fallos.
