Sinopsis
Un niño escapado de casa escucha, agazapado en el fondo de su escondrijo, los gritos de los hombres que lo buscan. Cuando la partida pasa, lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente de aquello que le ha hecho huir. Una noche, sus pasos se cruzan con los de un viejo cabrero y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos.
Intemperie narra la huida de un niño a través de un país castigado por la sequía y gobernado por la violencia. Un mundo cerrado, sin nombres ni fechas, en el que la moral ha escapado por el mismo sumidero por el que se ha ido el agua.
En ese escenario, el niño, aún no del todo malogrado, tendrá la oportunidad de iniciarse en los dolorosos rudimentos del juicio o, por el contrario, de ejercer para siempre la violencia que ha mamado.
A través de arquetipos como el niño, el cabrero o el alguacil, Jesús Carrasco construye un relato duro, salpicado de momentos de gran lirismo. Una novela tallada palabra a palabra, donde la presencia de una naturaleza inclemente hilvana toda la historia hasta confundirse con la trama y en la que la dignidad del ser humano brota entre las grietas secas de la tierra con una fuerza inusitada.
Opinión
No me llamaba la atención pero lo recomendaron en el programa de radio de Gemma Nierga y cuando lo vi en la Biblioteca Municipal ya no tuve excusas para no llevármelo a casa.
Al principio me costó un poco entrar en la trama, con una historia tan dura, unos personajes tan secos, una ambientación tan hostil y un lenguaje lleno de palabras que me sonaban extrañas.
Pero una vez que fui tomándole el punto, me atrapó y no me apetecía soltarlo.
Es una historia que te llena de angustia, con partes muy desagradables pero que refleja la forma de vida de aquellos años en los pueblos del sur. Algunas cosas las hemos escuchado mil veces a nuestros abuelos: cuidar cabras, el trabajo con los mulos, cazar para comer y preparar las piezas cobradas, el abuso de poder, la indefensión de los más débiles...
La novela me ha durado dos tardes y me ha dejado con ganas de leer más cosas de este autor.
Como curiosidad, he bebido bastante agua leyéndola. Me he mimetizado tanto con el ambiente que describe que cuando me daba cuenta tenía la boca seca y la necesidad de beber agua.
