“Alguna gente está grabada en las
líneas de tu mano, niño; desde que naces, están contigo, lo sepas
o no”
Hacía mucho tiempo que no disfrutaba
tanto con una novela romántica histórica. Ésta me ha parecido
perfecta por muchas razones: su ambientación en la exótica India
colonial, personajes originales y desgarradores, una trama
perfectamente engarzada que te mantiene en tensión hasta el final,
traiciones, espionaje, intrigas, malentendidos, codicia.
Estamos en el año 1857, cuando
Emmaline Martin viaja hacia Delhi junto a sus padres para casarse con
Marcus Lindley, Oficial del Ejército Británcio. Están prometidos
desde niños ya que sus padres concertaron el matrimonio por
conveniencia familiar. Pero el barco naufraga, sus padres mueren y
ella es rescatada por unos marineros, convirtiéndose en una rica
heredera.
Su integración en la estricta y severa
sociedad británica en la India no será nada fácil. Su reputación
es cuestionada al haber viajado sola en un barco lleno de marineros y
todos saben que su interesado prometido le es infiel.
Pero algo empieza a cambiar en ella.
Empieza a amar las costumbres indias “un país que parecía sacarle
el alma a la superficie” y conoce a Julian Sinclair, marqués de
Holdensmoor y heredero del ducado de Auburn, un mestizo con un cuarto
de sangre india que no llega a encontrar su sitio en la sociedad, no
es considerado ni inglés ni indio.
Juntos deberán luchar para salvar sus
vidas y superar malentendidos.
El libro está dividido en dos partes.
La primera se desarrolla en la India, donde conoceremos la forma de
vida de los ingleses allí, sus relaciones con los indios y la
explosión de tanta tensión. Da una visión muy dura de cómo
trataban a los indios: “Los ingleses les han aplastado, robado sus
riquezas, pisoteado su honor... son seres amargados, a los que se les
ha arrebatado la dignidad, la autonomía y el amor propio”
La segunda parte se desarrolla en
Inglaterra, cuatro años después, donde los protagonistas deberán
superar los recuerdos que los marcaron.
En definitiva, y para no contar nada que
destripe la trama, me ha atrapó desde las primeras páginas y no
pude dejar de leer hasta terminarla. Creo que es el primer y único
libro de esta autora a la que pienso seguirle la pista.
Lo peor: La portada, un espanto.