"Sois como el aceite y el vinagre, una combinación perfecta cuando se os mezcla. Tal vez sea eso lo que necesitáis: una buena sacudida"
Este libro me ha encantado. Es una historia ágil, fácil de leer y que te engancha desde el principio.
A través de la narración conoceremos la historia de los descendientes de los fundadores de Howbutker, Texas: Mary Toliver, heredera de la plantación de algodón Somerset; Percy Warwick, heredero de varios negocios dedicados a la madera; Ollie DuMont, heredero de unos grandes almacenes de ropa.
Cuando Mary Toliver se entera de que tiene una enfermedad terminal decide cambiar su testamento. Hasta ese momento su heredera sería Rachel, su sobrina. Las dos mujeres son fuertes, inteligentes, buenas jefas, trabajadoras, amantes de la tierra y de la agricultura, con un amor por Somerset y sus cultivos de algodón que roza la obsesión, anteponiéndolo a todo: amor, familia, legalidad...
Con este cambio de última hora, Mary intenta evitarle a su sobrina “la maldición de los Toliver” según la cual todos los herederos de la familia están incapacitados para procrear y para mantener a sus hijos con vida pero como Rachel desconoce este asunto, se lo tomará como un engaño y una traición a su promesa.
Esta situación nos llevará a conocer la historia de los tres herederos de estas familias, cómo les ha afectado esta maldición y las relaciones que se forman entre ellos, especialmente la triste historia de amor entre Percy y Mary.
Los personajes masculinos destacan sobre los femeninos, ellas están obsesionadas por trabajar la tierra o por venderla y gastar el dinero. Ellos son mucho más atractivos y generosos. Para mí, destaca Wyatt Warwick, creció en hogar difícil, con una dura relación con sus padres y siendo un niño se enteró del secreto que guardaba su padre. La forma en la que aceptó todo, guardó silencio hasta en los momentos más complicados y perdonó al final, me parece la historia más conmovedora de todas.
La historia que nos cuenta sucede a principios de siglo XX, así que, por aquellos años, para una mujer sería muy difícil, además de mal visto por una sociedad muy tradicional, ser empresaria y tener una familia. También destila un tufillo bastante reaccionario, incluso en la trama más actual de 1985, al darnos a entender que la felicidad suprema para la mujer es casarse con un buen partido, tener hijos y quedarse en casa a cuidarlos.
Si pasamos por alto este pequeño detalle, la historia nos conquistará y acabaremos enamorados de Somerset.
