Sinopsis
Cuando Samuel, un solitario profesor de
lingüística, se despierta el día de Año Nuevo, está convencido
de que el año que empieza solo le traerá verbos pasivos y no
demasiados momentos en cursiva, hasta que un visitante inesperado se
cuela en su apartamento de Barcelona y se niega a salir.
La aparición
de Mishima, un gato callejero, se convierte en el catalizador que
hace viajar a Samuel desde la comodidad de sus libros favoritos, sus
películas extranjeras y su música clásica hasta lugares en los que
nunca ha estado (como la casa de al lado) y a conocer a gente que
nunca pensaría haber conocido (un vecino con el que no había
intercambiado ni una palabra). Pero aún hay más: el gato lo
reencontrará de nuevo con una misteriosa mujer de su pasado,
Gabriela, a quien no tenía esperanzas de volver a ver.
Una
inteligente, divertida y tierna historia que conmoverá al lector y
le desvelará que los pequeños detalles son el mayor secreto de la
felicidad.
Opinión
Es un libro con un mensaje muy
agradable aunque en algunos tramos se me ha hecho bastante cuesta
arriba.
El amor con minúscula, es decir, todos
aquellos pequeños gestos que podemos hacer día a día para
sentirnos mejor y hacer que los demás se sientan bien. Valorar los
pequeños placeres cotidianos y las cosas sencillas que nos rodean.
Parece muy simple pero estamos en una
época donde parece que priman los grandes gestos, mejor sin son
rodeados de una gran multitud y les damos una gran difusión por las
redes sociales.
Samuel de Juan, profesor de Filología
Germánica de 37 años, lleva una vida solitaria hasta que encuentra
un gato perdido, Mishima. Gracias a él, conocerá a su vecino,
Titus, un personaje curioso que lo vuelve un poco loco con sus
comentarios y filosofía.
Me ha gustado mucho la relación de
estos personajes, todos solitarios pero dispuestos a compartir un
poco de su tiempo y de sus conocimientos. También son muy curiosas
todas las anécdotas sobre libros, escritores, artistas, música...
quizá sea ésto lo que me ha mantenido pegada a sus páginas.
La relación de Samuel y Gabriela es
bastante simple, me esperaba otra cosa con su reencuentro pero aquí
todo es muy sutil.
Lo mejor: los párrafos sobre los gatos
y sus manías.
Lo peor: no he podido con Valdemar.
Llegó un momento en que no podía seguir sus pensamientos así que
decidí saltármelos.
En resumen, es una novela con un
mensaje muy bonito y lleno de anécdotas curiosas pero la trama en sí
misma tiene poco interés y en ningún momento me ha atrapado. Creo que este autor no es para mí.