Un vistazo rápido a los últimos libros que he leído:
-- “Un fuego azul” de Pedro Feijoo
Me ha gustado mucho aunque no lo he
leído completo.
Tiene capítulos muy fuertes que me fui
saltando ya que todas esas torturas no me aportan nada.
Es muy interesante ver cómo la trama
va dando giros y lo que en un principio parecíamos tener claro...
nos empieza a generar alguna que otra duda.
Lo peor: la maldad que desprenden los
personajes. Todo es válido a cambio de dinero.
Está formado por capítulos breves,
cada uno de ellos dedicado a un personaje. A mí me vino muy bien
porque así me salté todas las partes más truculentas.
-- “Progenie” de Susana Martín Gijón
Esta novela de misterio también ha
estado muy entretenida.
Me gusta que se le de mucha importancia
a la investigación, que nos vaya dando los datos poco a poco y
mostrando a los protagonistas y personajes secundarios sin prisas,
guardando siempre alguna pequeña sorpresa.
Lo peor: el final es bastante
peliculero.
-- “Esa bruma insensata” de Enrique
Vila-Matas
Es el primer libro que de este escritor
y ya me habían advertido de que no es para todos los públicos.
Por ahora, no es para mí tampoco
aunque me ha gustado mucho su forma de narrar.
Tiene un lenguaje elegante y sonoro,
repleto de citas y reflexiones personales pero no he podido conectar
con Simon Schneider que vive “en el país de Cataluña”.
Quizá lo intente con otro libro porque
me ha picado la curiosidad.
-- “Alegría” de Manuel Vilas
Otro libro que no pude terminar.
Me llamó la atención su estilo
reflexivo y que estuviera formado por pensamientos sobre la vida de
un escritor.
Tiene frases muy interesantes pero me
cansé.
-- “El show de las marionetas” de M.W.
Craven
Debo ser la única persona en el mundo
a la que no le ha gustado esta novela porque tiene reseñas
buenísimas y venía recomendada por mi tío que tiene muy buen
gusto.
Pero no ha podido ser.
No me enganchó el tono en el que está
contado y la cantidad de datos que nos ofrece desde el principio. Iba
presentando a los integrantes del equipo de investigación y no era
lo que esperaba.
Quizá la culpa sea del momento en el
que intenté leerlo, tenía otras preocupaciones víricas y no me
concentraba.
-- “La bibliotecaria” de Salley
Vickers
Un aburrimiento.
El argumento pintaba muy bien, una
portada atractiva, una mujer trabajadora que defendía el acceso a la
lectura... pero el conjunto no ha cuajado.
Los diálogos han quedado forzados, las
actitudes de los protagonistas son increíbles (algunos parecen
caricaturas), el ambiente tóxico del pueblo es asfixiante, los
malentendidos y trampas que se ponen son lentos e insípidos...
Lo mejor: los esfuerzos de la
bibliotecaria para que los niños utilicen la biblioteca y se
interesen en la lectura.