Serie Fjallbacka, número 1
Erika Falck, de 35 años, es una
escritora especializada en biografías. Después de la muerte de sus
padres, vuelve a su pueblo natal para hacerse cargo de la casa
familiar. Su tranquilo retiro se ve alterado cuando descubre el
cadáver de Alexandra Wijkner, su mejor amiga de la infancia. Lo que
al principio parece un suicidio, pronto comienza a no estar tan
claro.
Erika, junto con Patrick Hedstrom,
inicia una investigación para esclarecer qué le pasó a Alex.
Tenía ganas de comenzar con esta
escritora y aunque no me ha defraudado, la verdad, esperaba mucho
más. Creo que es de esas series que crecen cuando van avanzando, así
que no desistiré.
El libro está entretenido, se deja
leer con facilidad y mantiene la intriga hasta al final pero... no es
altamente adictivo, de esos que no puedes soltar porque necesitas
saber más. Se lee con tranquilidad y pasas un buen rato.
La acción también es sosegada, va
dosificando bien las sorpresas y sigue la máxima de comprobar datos,
hablar con los implicados e ir atando cabos para finalizar con una sorpresa. Me ha gustado mucho el
equilibrio que la autora consigue entre la investigación del
asesinato y la vida personal de Erika. La naturalidad con la que
habla de sus sentimientos, su aspecto y sus problemas es una de las
razones por las que seguiré con la serie.
Por todo esto, aunque algunas cosas de la trama sean
bastante previsibles, es una lectura amena y bien escrita que deja
con ganas de saber más.