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“Está bien concebido, bien escrito,
pero la había dejado indiferente. No había logrado conmoverla. No
le había enseñado nada nuevo ni se había sentido conectada a él”.
¡¡¡Menudo tostón!!!
El libro, sobre el papel, prometía.
Una portada atractiva, un título sugestivo y un argumento tentador.
Quizás, por todo ello, el desencanto ha sido mayor.
Un grupo de cinco mujeres, sobre los
cuarenta años, deciden formar un club de lectura. Cada mes leerán
un libro, elegido por ellas mismas, y celebrarán la reunión en sus
propias casas. Hay mucho té, rica comida y abundante vino, pero
pocas opiniones (y nada interesantes) sobre los libros leídos. Al
final, parecían más un grupo de apoyo que un grupo interesado en
compartir opiniones sobre literatura.
Estas reuniones sirven a la autora para
ir contándonos la vida personal de Harriet, Nicole, Polly, Susan y
Clare.
El libro al principio es un lío,
demasiados personajes, todos muy parecidos y sin ninguna
característica que los diferenciara. Cuando ya consigues situar a
cada oveja con su pareja y su problema piensas que la cosa irá a
mejor. Error.
Se van sucediendo la infinidad de
tramas, conflictos internos, desencantos, sorpresas... pero el libro
no es capaz de transmitir nada, la narración carece de encanto o de
fuerza, los personajes no enganchan, son superciales y
caricaturescos, los traumas buscan la lágrima fácil.
En teoría, los problemas con los que
se encuentra estas mujeres parecían interesantes. Contiene spoilers
Alguien que ve como su madre, de 71 años, enferma; una divorciada
que empieza a rehacer su vida, un embarazo adolescente que trunca una
carrera universitaria, una esposa locamente enamorada de su marido
que debe aguantar multitud de infidelidades, una comadrona que debe
superar su infertilidad, un matrimonio en apariencia idílico pero
donde ella siente que se está perdiendo algo y empieza a rechazar a
su marido. Para superar sus preocupaciones cuentan “con este foro
en el que se reunían, a veces para compartir sus secretos, a veces
para escapar de ellos, pero siempre para escucharse las unas a las
otras y hablar sobre la vida, en abstracto o en el presente”
Pero la autora es incapaz de contar
todo ésto con un algo de ternura, brillantez o atractivo. La
impresión que tengo es que se le ha ido de las manos y le ha quedado
un libro melodramático, frío y tedioso.
En definitiva (por si queda alguna
duda), un libro aburrido, que flojea por todos lados y largo hasta el
hastío.
“Un buen libro te obliga a seguir
pasando las páginas”