Mis últimas lecturas no han sido muy satisfactorias y tengo poco que decir de ellas.
- "Las aventuras de una mamá española en
Alemania" de Fátima Casaseca
Es un libro entretenido formado por
capítulos muy cortos que he ido leyendo a ratos porque para leerlo
de un tirón era algo cansino.
La escritora tiene un gran sentido del
humor y una ironía tremenda pero había ocasiones en que el lenguaje
parecía un poco forzado. Conecto mejor con una forma de escribir más
natural y disfruto mucho más sin tantas frases redichas.
Tiene anécdotas geniales, yo estuve
toda la tarde riéndome cuando me acordaba del episodio de las
lentejas y la piscina.
- "Hombres buenos" de Arturo Pérez-Reverte
Tengo claro que este escritor no es
para mí, ya intenté leerme otras novelas suyas como la serie del
Capitán Alatriste o El asedio y las tuve que abandonar porque no
podía.
Pero este libro me lo recomendaron y me
dio fatiga decir que no, así que me lo llevé y lo intenté durante
unos capítulos pero fue imposible.
La trama es curiosa pero no me gusta la
forma de contar de Pérez-Reverte, no soy capaz de interesarme en los
personajes ni en las tramas.
Leí el principio y el final y lo
devolví rápidamente agradeciendo la recomendación.
- "Días de perros" de Gilles Lergadinier
A esta novela le tenía echado el ojo
hace tiempo, todavía recuerdo con mucho cariño su anterior libro
“Mañana lo dejo” con el que me lo pasé bomba.
Es un lectura amable, ligera y sin
complicaciones con esa ternura que siempre desprende este autor.
Tarda mucho en arrancar aunque los
capítulos centrales están muy entretenidos, son tiernos y
desprenden buen rollo.
Me parece que no llega al nivel de su
anterior libro pero se deja leer.
Como me pasó con su primera novela, me
han emocionado sus agradecimentos. Están escritos con tanto
sentimiento que casi es mejor leer esta parte de su vida que sus
creaciones de ficción.
- "Cuando estábamos vivos" de Mercedes de Vega
Lo cogí con mucha ilusión porque
venía recomendado pero me ha sido imposible entrar en la historia.
Cuando terminé, con mucho esfuerzo, el
Sexto testimonio ya estaba claro que seguir con su lectura sería por
cabezonería y no por interés así que mejor pasar directamente al
último capítulo para saber cómo se cierra y no perder mucho tiempo
con un libro que no me interesaba.