¡El Secreto es la ley de la atracción! Todo lo que llega a tu vida es porque tu lo has atraído. Y lo has atraído por las imágenes que tienes en tu mente. Es lo que piensas. Todo lo que piensas lo atraes.
La ley responde a tus pensamientos, sean los que sean.
La ley responde a tus pensamientos, sean los que sean.
Después de que muchos conocidos me recomendaran este libro como una lectura maravillosa, me decidí a leerlo aunque después de mi experiencia anterior con “El alquimista” era bastante escéptica.
La edición es muy bonita, tiene la pinta de un libro antiguo, con hojas que imitan un pergamino y da la impresión de tener en tus manos algo especial. El contenido es otra cosa.
“El Secreto” (escrito siempre con mayúsculas) es bastante simple: pensar siempre en positivo, visualizar lo que queremos y desear las cosas con todas nuestras fuerzas. De esta forma, conseguiremos todo lo que nos propongamos.
Por suerte para muchos de nosotros, nuestros abuelos nos han hecho crecer con todas estas premisas, gracias la buena colección de refranes tradicionales que nos repetían hasta la saciedad: Siembra y recogerás, Es de ser bien nacido el ser agradecido, Por pedir no ha de quedar, Menos miedo y más vergüenza... o el famoso dicho futbolístico Siempre positivo, nunca negativo...
Estoy de acuerdo con las ideas principales que defiende pero, en general, me ha parecido lleno de palabrería hueca.
Algunos consejos me han parecido especialmente vergonzosos. En uno, una señora con cáncer de mama consigue curarse viendo películas de risa, sin necesidad de tratamiento médico. Nada es incurable con pensamiento positivo. En otro, consiguen adelgazar evitando los “pensamientos de gordura” porque la comida no engorda, es nuestro pensamiento sobre la comida lo que nos hace engordar. Ten pensamientos perfectos y el resultado será un peso perfecto. A la autora se le olvida decirnos cómo tener pensamientos perfectos, que cada uno se apañe como pueda.
En definitiva, un libro que me ha causado más tristeza que ayuda moral, con párrafos bochornosos; aunque es cierto que tiene algo positivo: algunos se habrán forrado gracias a él.
