Serie Bevilacqua y Chamorro, nº 6
Sinopsis
Tras una decepcionante experiencia con
el sistema judicial, que ha puesto en libertad a un asesino al que
había detenido después de una larga investigación, el brigada
Bevilacqua, alias Vila, se halla desencantado y más escéptico de lo
que acostumbra. Así se enfrenta al nuevo caso que le ocupa: un
hombre llamado Óscar Santacruz ha aparecido con dos tiros en la nuca
en el ascensor de su casa. Parece el «trabajo» de un profesional,
lo que se antoja desmesurado dada la poca trascendencia de la
víctima, que tiene algunos antecedentes menores por tráfico de
drogas y violencia de género. Vila y su compañera, la sargento
Chamorro, afrontan la tarea, muy a regañadientes por parte de Vila,
actitud que empezará pagando «el nuevo», Arnau, un joven guardia
que poco a poco se irá ganando la confianza del brigada.
Parece que los problemas en la vida de
Óscar, aparte de sus roces con la justicia, se limitan a su
divorcio, mal llevado y con un hijo de por medio. Pero, ¿qué
esconde la denuncia que pesaba sobre la víctima por malos tratos? ¿Y
su detención por tráfico de drogas? ¿En qué oscuros asuntos
estaba envuelto este hombre en apariencia tan poco peligroso?
Una novela sobre los claroscuros de las
relaciones, sobre los errores y aciertos de los jueces, sobre los
vericuetos de la moderna investigación policial, sobre las
injusticias que provocan las leyes y sobre el mal, que a menudo está
entre lo que tenemos más cerca, incluso entre lo que un día amamos.
Opinión
Qué tremendo, es el libro que más me
ha gustado hasta ahora.
La historia te pone los pelos de punta
por lo creíble que es en algunos puntos: divorcios interminables,
denuncias falsas que nunca son castigadas, hijos pequeños que sirven
de moneda de cambio...
Aunque el culpable se sabe desde el
principio, me ha gustado mucho ver todo el funcionamiento de la
investigación: escuchas telefónicas, permisos de jueces, presiones
de políticos, cooperación entre distintas unidades...
Los protagonistas siguen siendo muy
interesantes, ya les he cogido cariño y me hacen gracia sus puyas y
discusiones.
¡Qué paciencia tiene el guardia Juan
Arnau!
Al final, en los agradecimientos, el
autor explica en qué se inspiró para escribir esta novela. Es
terrible que la realidad supere a la ficción, quizá por esto el
libro me ha impresionado más que los anteriores.